El estudio de piezas de dos coches del Subte, dio como resultado la existencia de amianto en componentes ocluidos, sin riesgo para los pasajeros.
El amianto o asbesto compone a un material de construcción llamado fibrocemento, su composición contiene a su vez fibras microscópicas que perduran y se sostienen en el aire lo suficiente para provocar en las personas problemas respiratorios graves.
El asbesto por lo general se encuentra en baldosas, en frenos, en sectores del ferrocarril, barcos, entre otros. Este material es altamente cancerígeno pero el amianto detectado en los ferrocarriles del subte estaban bajo un bastidor que está en el tablero de baja tensión de la cabina del que conduce el subte, sin ser de riesgo para los pasajeros puesto que no están al alcance.
Por este motivo se presentó, desde la Subsecretaría de Trabajo y los gremios de la Red de Subte y Metrovías, un plan de gestión del asbesto en el subte, donde se revisará paulatinamente todo el material de las vías y trenes.
Por otro lado, a los conductores y operadores de este proceso, se deberán incluir dentro del Sistema de Salud y Seguridad Ocupacional de la organización a donde pertenecen, como prioridad, además, estarán el análisis de todo el material rodante del Subte y después seguirán con estaciones, sub estaciones y talleres.
Detección; retiro y disposición final de los materiales, son los tres procesos que abarca el Plan de Gestión, por lo que se iniciará con los coches que fueron sacados a principios del 2018 (CAF 5000), haciendo los análisis de los elementos sospechosos y enviándose la muestra al laboratorio. DICON fue la empresa a cargo del proceso.
Por el momento, tendrán los cuidados pertinentes para que el plan pueda avanzar con rapidez y para que los pasajeros no se vean afectados. Es un plan de prevención.
