Desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, se ayuda a concientizar acerca del peligro que representa manejar luego de haber bebido alcohol.
Alguno de los lemas de esta campaña de prevención son: “Que las fiestas nos unan. Separemos manejar de tomar alcohol” y “El alcohol altera tus sentidos: si manejás, no tomes“.
De esta manera, la Ciudad, colabora para que en estas fiestas se tome real conciencia sobre el peligro que significa conducir un vehículo luego de haber ingerido bebidas alcohólicas.
Con estos lemas, el Gobierno de la Ciudad, a cago de Horacio Rodríguez Larreta, coopera en el transcurso de las fiestas de Nochebuena, Navidad, Fin de Año y Año Nuevo, para que los vecinos tomen conocimiento acerca del riesgo que supone manejar después de haber bebido alcohol.
La realidad es que beber bebidas con alcohol y luego lanzarse a manejar, amplía el riesgo de sufrir accidentes.
Se ha comprobado que el consumo de alcohol altera el sentido del equilibrio y el cálculo de las distancias, aumentar la fatiga y el sueño, además de disminuir el campo visual.
¿Cuáles son los efectos del alcohol en sangre?
Como se sabe el alcohol es una sustancia psicoactiva y un depresor del sistema nervioso central. Los efectos y peligros dependen de varios factores: qué, cuándo y con qué frecuencia se toma, las mezclas posibles que se hagan de bebidas alcohólicas (cerveza, vino, vodka, etc.) y las características particulares de la persona que lo consume (sexo, peso, edad, etc.).
El Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires emitió un informe, donde se comprueba que el alcohol produce dependencia física y psíquica y su consumo habitual en el tiempo puede provocar daños en el cerebro, hígado, corazón, páncreas y estómago.
Según lo explica la pagina web del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, “Cuando una persona “aguanta” un gran consumo de alcohol no significa que lo controla, sino que su organismo se ha acostumbrado a él“, y además sostiene que “Si un organismo se acostumbra al alcohol, la ausencia del mismo produce Síndrome de Abstinencia (sus síntomas van desde temblores, ansiedad, sudoración, náuseas, hasta pérdida de conciencia y alucinaciones, entre otros)”.
Es aconsejable, que si un familiar y/o amigo padece de trastornos con las bebidas alcohólicas, se le recomiende tratarse con un profesional del Servicio de Ayuda en Drogas y Alcohol (SADA) 4861-5586.
