Después de las festividades de Semana Santa, se espera un nuevo incremento en el precio de los combustibles en Argentina. Las petroleras anticipan un aumento del 4%, atribuido principalmente al incremento de impuestos. La Ciudad de Buenos Aires sería una de las áreas afectadas por estos cambios.
El precio de la nafta, que había sido descongelado por el Gobierno de Javier Milei, estaría nuevamente en alza para el próximo mes de abril. Este aumento, proyectado en un 4%, se justifica en gran medida por el incremento de los impuestos asociados a los combustibles, aunque no se descarta la posibilidad de que las empresas apliquen un aumento adicional, aproximadamente del 2%, para compensar la devaluación del peso frente al dólar.
Los impuestos que impulsan este aumento entrarán en vigor el primero de abril, siendo el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) los principales responsables. Según informaron las estaciones de servicio, estos impuestos experimentarán un aumento del 34,8%, en línea con la normativa que ajusta los impuestos según la inflación del trimestre anterior.
En la Ciudad de Buenos Aires, se espera que la nafta súper aumente un 3,7%, la nafta premium un 3%, el gasoil un 2,4%, y el diésel premium un 1,9%. Estos incrementos podrían reflejarse en todo el país, con la excepción de la Patagonia, región exenta de estos tributos debido a su producción de petróleo.
Desde que asumió Milei, el precio de la nafta ha experimentado un aumento significativo. En diciembre, a solo tres días de su asunción, se aplicó un incremento del 37%. Posteriormente, en enero, se registró otro aumento del 26%, seguido por un 6,5% en febrero, que incluyó una actualización impositiva. Estos aumentos acumulativos sitúan el incremento total en torno al 80%, cifra respaldada por expertos como Gustavo Lahoud, del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP), y Hernán Letcher, del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
El panorama de los combustibles en Argentina después de Semana Santa se vislumbra con nuevos aumentos, principalmente atribuidos al incremento de los impuestos. Aunque se espera que la suba sea del 4%, no se descarta que las petroleras apliquen ajustes adicionales para compensar otros factores, como la devaluación del peso. Asimismo, expertos en política energética respaldan la significativa subida en los precios de los combustibles desde la asunción de Milei, lo que plantea retos adicionales para los consumidores argentinos.